Puerto Tejada vivió animada novillada en el marco de sus 120 años
Fotografías y noticia: Cortesía Periódico La Última
En la tercera tarde de la programación taurina este domingo se lidiaron en la Plaza Portátil Granada cuatro novillos de la ganadería de La Ahumada que pasta en Antioquia, bien presentados en líneas generales y de juego desigual que sin embargo permitieron el lucimiento de los alternantes.
La ganadería de “La Ahumada”, está ubicada en Medellín , de divisa grana, amarillo y verde, con el hierro de la “cruz potenzada”, fue fundada en el año 1990, de procedencia de la ganadería Veracruz con vacas de “Jandilla” compradas a don Fernando Domecq y además los sementales “Riguroso” # 30 adquirido al matador colombiano Pepe Cáceres, el toro de nombre ““Escamón” # 5 de la familia Cobo de Ecuador.
Del trabajo de muchos años de selección y mejoramiento genético la ganadería de “La Ahumada” ha logrado tener un nivel muy alto y con unas características genotípicas muy definida en Domecq.
El mejor, el encastado primero, un gran novillo; también “se dejaron” mucho los manejables segundo y tercero; aplomado el cuarto; con raza y clase que se lidió en tarde-noche con una plaza que registró lleno completo.
La apertura de la corrida estuvo a cargo de la joven amazona Daniela Santacruz Vargas quien montó un hermoso ejemplar de la pesebrera Villa Daniela con mucha elegancia y donaire demostrando el gusto en manejo del equino.
La acometividad del encierro permitió dar a conocer los avances que han obtenidos los alumnos de la Escuela Taurina de Cali Juan Sebastían Hernández y Francisco Puerta.
Bajo la guía artística del diestro Vallecaucano Paquito Perlaza Rebolledo, institución que ha dado grandes profesionales de la tauromaquia colombiana e incluso de protagonistas de los ruedos de países vecinos.
La lidia de estos novillos todos zainos cornidelanteros con casta y calidad pese la humedad del redondel y el excelente comportamiento del público en los tendidos alegraron la tarde que estuvo amenizada por el Mariachi Juvenil de cali y una Papayera de la localidad.
Luego del tradicional paseillo los novilleros con sus trajes de luces y sus respectivas cuadrillas poco a poco hicieron emocionar y vibrar una afición que hace mucho rato no disfrutaba de la fiesta brava.
Con el primero de ellos emergió un gran Juan Sebastían Hernández. El Boyacense, que fue ovacionado por el público asistente a la plaza portátil, mostró su versión más templada en una faena autoritaria, compacta y de ritmo creciente, con pasajes muy rotundos sobre ambas manos, mejor si cabe al natural, y muletazos largos, hondos y a cámara lenta.
Toreo encajado y de mucho gusto, corriendo la mano con suavidad y hondura por el derecho, por donde surgieron varias series de exquisita interpretación. Oficio y compromiso del joven novillero, todavía más inspirado gracias a los acordes del pasodoble España y Cañí, que le acompañaron durante toda la faena. Orejas de ley.
El segundo astado le correspondió al Manizalita Francisco Puerta de buenas maneras con el capote y la muleta que ya demuestra tener un futuro promisorio como lo consiguió con este otro toro bueno de la corrida, salió a revienta calderas este caldense en pos de un triunfo que consiguió a base de conocimiento y entrega. Hubo también momentos entonados al natural y un final de obra por estatuarios. Entró la espada, y el éxtasis en los tendidos, que le premiaron con dos orejas.
En su segundo para Juan Sebastían Hernández, fue un novillo que, pese a cumplir sobradamente en el peto, se vino abajo en el último tercio, causándole una ligera voltereta sin mayor percance. Difícil papeleta para esta valiente figura del toreo colombiano que Dios mediante será promovido a matador en un futuro no muy lejano, que puso mucha voluntad y ganas artísticas, con un ejemplar que con la muleta tendió a defenderse y a “acostarse” por los dos pitones.
El joven Boyacense trató de llevarlo a media altura, sin obligarle demasiado en una faena pulcra y aseada, pero ayuna de emoción, quede dicho que por falta de oponente aunque le mereció otro apéndice.
El cuarto de la corrida de La Alhambra casi a oscuras salió corretón y suelto. El toro siguió con su querencia a tablas y Francisco Puerta tuvo que poner mucho de su parte. Con elegancia taurina citó con un balanceo y colocó dos banderillas.
Mientras los tendidos eran desocupados por los aficionados de Puerto Tejada y otras poblaciones vecinas, Puerta se las vio con un complicado de esta encastada ganadería Antioqueña.
El Caldense ofreció un precioso recibo con el capote pese a la poca luz pues agonizaba la alegre tarde en el cumpleaños 120 de esta población Nortecaucana. Puerta tiró de oficio y firmeza para imponerse ante tan semejante antagonista. Lo mejor llegó al natural, de uno en uno, donde rebosó gusto y temple.
La emoción, es la base del toreo, y la emoción la pone el toro que para esta oportunidad no permitieron que se tiraran al ruedo los consabidos espontáneos, pues era notable además la calidad y bravura de las reses que sacaron genio pero no se rajaron nunca y dieron pelea en todos los tercios, corrida que fue cubierta y transmitida por la Alianza de Medios de Puerto Tejada.
En Puerto Tejada chicos y grandes en su efemérides 120 vivió entonces lo que es un toreo alegre, valiente y elegante en fondo y formas por dos promesas de la torería nacional que desean seguir los pasos y enseñanzas artísticas de Wilde Perlaza Rebolledo más conocido como “Paquito Perlaza”.
Fotos: Alexánder Álvarez – Oscar Mario Lara
Fecha de publicación 18/09/2017
Última modificación 29/09/2017